La realidad

Sacar un puñal del corazón cuesta pero es necesario. Sentir el dolor de la herida por todo tu cuerpo confunde todos tus sentidos. No sabes ni lo que haces te conviertes en un tipo de marioneta que pasa todos los días callado pero lentamente muriéndote por dentro. Toda tu mente solo gira alrededor de tu dolor, tus ánimos se extinguen y lo único que ves positivo es llorar. ¿Pero qué pasa si no puedes llorar por que las lagrimas no te salen de los ojos? Continuas tus días al lado de las personas que amas y te preguntas porque no puedes estar feliz como ellos. Deseas salir de agujero que te encuentras pero algo te lo impide. Tratas de escribir como te siente y no te sale nada. Es una pesadilla que no se acaba con tan solo despertar porque la dichosa sigue persiguiéndote. Cuando decides pedir ayuda resulta ser que nadie te puede ayudar y te encuentras solo. Hay es que tienes que tomar una decisión o seguir en ese estilo de vida o decidir luchar por las cosas que quieres en tu vida y salir de esa gran depresión que te atormenta. Miras hacia el cielo y sabes que no estás solo Dios está contigo en cada segundo y nunca te dejo. Luego sientes algo a tu alrededor las personas que te aman y se preocupan por ti apoyándote y nunca dejándote caer más profundo en el abismo. Recobras rápidamente tus fuerzas y les agradeces a cada uno de ellos que están a tu lado y que nunca te abandonaron. Te preparas para enfrentar tu dolor y cuando hagas eso entonces serás libre. Respiraras el aire fresco, se iluminara tu camino y sonreirás como lo hacías antes. La vida puede ser difícil pero no está diseñada para ahogarte. Lo único que te recomiendo es que nunca te rindas porque después de una tormenta viene la calma y los tiempos mejores. Encuentra la luz en tu camino para que te guie siempre y no te perderás en la obscuridad.